Y la segunda causa por lo que no lo hacemos como deberíamos, se debe al velo de amnesia temporal que todos sufrimos al encarnar en la tierra, sobre nuestra verdadera naturaleza divina. Y si a esto le añadimos el aprovechamiento que han llevado a cabo durante milenios las élites oscuras que dirigen este mundo, a través del sistema social que tienen bien montado y desde el cual proyectan sobre nuestras mentes subconscientes una severa programación contaminante a nivel energético, pues tenemos ante nuestras narices el cóctel perfecto: una realidad caótica, materialista y superficial, donde la mayoría de los seres humanos se muestran deprimidos, ansiosos, pobres, enfermos y con relaciones tóxicas a su alrededor.

De ahí que haya denominado mi tarea espiritual como la de un reprogramador mental al servicio de la luz. Porque mi trabajo consiste en ayudar a las personas que acuden a mis terapias, libros, charlas y conferencias a desprogramarse de todos los paradigmas externos e impuestos por el sistema, para empezar a crear y creer en los suyos propios, y que estos les lleven a generar realidad deseada en la materia.

Digamos, para que me entiendas mejor, que mi objetivo primordial es tu empoderamiento personal y la liberación final de toda esclavitud interna y externa, que está coartando tu crecimiento, libertad y expansión natural hacia lo que anhela tu alma. Que no es otra cosa que seguir el plan divino de la creación en ascensión a niveles superiores de vibración y energía.