Cómo AFRONTAR la vida SIN MIEDOS. Diario de LuisGarre.

Cómo afrontar la vida sin miedos.

A todos nos gustaría saber cómo afrontar la vida sin miedos. Aquí te traigo respuestas espirituales de gran valor.

Todos somos maestros de nuestra vida. Tenemos el poder de crear la existencia que vivimos. Nos podemos convertir en maestros de cualquier cosa que creamos ser. También clasificamos de forma rápida a las otras personas según nuestras propias creencias aprendidas. Creamos nuestras propia personalidad y así nos convertimos en maestros de los celos, la envidia, el miedo, la tristeza o el autorechazo.

Nos convertimos en nuestra propia creación gracias a la práctica, es decir, debido a nuestras reacciones aprendidas ante lo que nos sucede o ante determinadas personas. Si ocurre un conflicto reaccionamos de una manera determinada. Algunos gritan, otros dialogan, otros utilizan la violencia, otros la comprensión… Creemos que todas esta gama de reacciones, con sus distintas personalidades, son la solución a los conflictos. Por eso existen las personas violentas, dialogantes, pacíficas, respetuosas o rencorosas.

Cómo afrontar la vida sin miedos.

Para convertirnos en maestros del amor o la bondad, simplemente debemos practicar dichas virtudes. Cuando nacemos nuestra mente se encuentra sana, intacta de la enfermedad del miedo. A partir de los tres o cuatro años de edad, comienzan a aparecer la enfermedad de la mente miedosa ante los primeros conflictos. En la etapa adolescente se agrava todo.

La enfermedad de la mente miedosa se manifiesta a través del enfado, el odio, la ira, la tristeza, la rabia, la envidia o la falsedad. El resultado es el sufrimiento humano. Todos padecemos esta enfermedad mental y el mundo es un gran hospital. Pero hemos considerado a la enfermedad de la mente miedosa como algo normal en el ser humano. Pero desde la consciencia espiritual elevada se sabe que no lo es.

Cómo afrontar la vida sin miedos.

Vivimos con miedo permanente a ser heridos y esto nos genera conflictos personales en la manera de relacionarnos. Nos produce dolor emocional.

Para protegernos del miedo, hemos fabricado el sistema de negación humana. Nos hemos convertido en mentirosos compulsivos.

Nos mentimos a nosotros mismos sin piedad. Nos creemos nuestras mentiras y las justificamos para seguir manteniéndonos a salvo del miedo y el dolor. Por eso andamos con corazas ante la sociedad. A través de la enfermedad del miedo hemos creado el sistema social en el que vivimos. Pero lo que somos en realidad es amor y vida. Cuando te das cuenta de la mentira en la que vivimos y hemos creado, todo este sistema contagiado de dolor y miedo, evitación y negación, y sabes que lo que en realidad somos es amor, empiezas a ver las situaciones desde otra perspectiva. Ya no ves dramas como otras personas, sino comedia y teatro, juego.

Si pusiéramos consciencia en el amor (lo que somos en realidad) y no en el miedo, dejariamos de tener miedo de ser quienes somos y no nos importarían las opiniones de los demás sobre nosotros. Dejaríamos de verlo como algo personal y ya no nos produciría dolor. Ya no necesitaríamos protegernos ante nadie. No tendríamos miedo de amar.

Los niños son amor y no tienen miedo a nada ni nadie. Entonces ¿Qué nos ha ocurrido a los adultos? De pequeños los adultos ya padecían la enfermedad de la mente miedosa y nos la han contagiado a través de la educación. Captando nuestra atención y enseñándonos a ser como ellos. Así trasladamos la enfermedad de generación en generación. El niño tiene miedo del castigo y busca la recompensa. Así nos transmiten la información de lo que está bien y de lo que está mal en nuestra mente. El niño tiene miedo de no ser lo suficientemente bueno y aprende el miedo al rechazo. Aprende la necesidad de ser aceptado y no rechazado.

Cómo afrontar la vida sin miedos.

Así creamos nuestra imagen desde pequeños, según lo que otros quieren ver de nosotros, para no ser rechazados y sí aceptados.

Aprendemos a fingir y mentir. A aparentar ser lo que no somos y practicamos en ser lo que los demás quieren ver de nosotros. Nos convertimos en maestros de ser lo que no somos.

Creamos varias imágenes distintas según en el contexto en el que nos encontramos (casa, colegio, trabajo, amigos…). Nuestras relaciones personales se basan en el miedo y la mentira, por eso no funcionan.

De pequeños no hay conflicto con nadie porque no fingimos ser lo que no somos, esto lo aprendemos más adelante. Nos enseñan que las opiniones de los demás son todas importantes, incluso aunque sean falsas. Así dirigimos nuestra vida teniendo en cuenta las opiniones de los demás. Necesitamos oír lo buenos que somos. Necesitamos el reconocimiento permanente. Estamos domesticados de esa forma desde pequeños. Pero cuando despiertas espiritualmente te das cuenta de la mentira y comienzas a fluir de nuevo como lo hacías de pequeño, así fabricas de nuevo tu vida a tu manera y empiezas a entender el juego de la vida a través de la sabiduría e inteligencia espiritual. Todo cambia y empiezas a vivir de verdad siendo quien eres.

Esto es Sabiduría Espiritual para tu vida diaria y yo soy LuisGarre.

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