Las personas felices tienen hábitos comunes. Y los más destacados son el auto control de sus pensamientos, emociones y sentimientos hacia lo que observan y experimentan en el mundo exterior.
Esos rasgos son indispensable para lograr un óptimo estado de la felicidad y que esta permanezca a nuestro lado durante el resto de nuestra vida.
Una persona con gran salud, dinero, posesiones materiales y estatus social no tiene porqué tener más control interno de sí misma que otra enfermiza, pobre o más débil.
PERSONAS FELICES. Lo que realmente crea una personalidad feliz es la capacidad de interpretar interiormente de forma correcta lo que sucede en el exterior.
Es decir, cambiar los contratiempos por desafíos y los problemas por retos, y a su vez utilizar cada experiencia adversa para crecer personal y espiritualmente. Conseguido esto, las inevitables experiencias positivas que aparecerán en la vida de cada uno de nosotros serán como auténticos regalos caídos del cielo y por lo tanto, mucho mejor valorados por aquellos que hayan conseguido adquirir tales habilidades mentales y espirituales.
La vida se puede disfrutar entendiendo que ni todo será adverso ni todo será como deseamos.
El verdadero reto es salir ileso y reforzado de cualquier circunstancia vital, sea la que sea. Esa destreza nos proporcionará felicidad eterna.
PARA TRANSFORMAR EXPERIENCIAS COTIDIANAS EN SITUACIONES DE DISFRUTE, DEBEMOS:
• Tener claras nuestras metas y objetivos. Cuando lo que queremos conseguir o alcanzar no lo definimos claramente con «pelos y señales», es imposible saber qué queremos y por lo tanto disfrutarlo cuando lo consigamos. Olvidar los miedos y el estrés para disponernos a definir lo que queremos alcanzar y que estas metas sean precisamente alcanzables para nosotros, será necesario para comenzar a transformar experiencias normales en momentos intensos de bienestar.
• Implicarnos de lleno en cada acción que realicemos. Cada acto debe estar realizado con interés y ganas para sacarle el máximo partido. Implicarnos en todas las tareas es señal de inteligencia emocional. No solo las acciones más placenteras nos pueden hacer felices. Mostrar interés e implicación por las acciones rutinarias es una vía inteligente hacia la felicidad diaria. Las personas felices lo saben y lo llevarán a cabo el resto de su vida.
• Prestar atención plena a lo que sucede a nuestro alrededor en el momento presente. Mantenerse involucrado en lo que nos sucede en el presente nos hace estar atentos y conscientes en cada instante de nuestro día a día. Eso nos lleva a permanecer concentrados en el momento presente y a no dejar lugar a la mente para distracciones inútiles sobre hechos pasados o futuros, que lo único que nos aportarán será no vivir adecuadamente el único momento real del que somos partícipes, el ahora.
• Aprender a disfrutar de lo inmediato. Lograr el control mental es imprescindible para el disfrute de lo inmediato, pero debemos ser disciplinados y actuar con determinación para auto controlar nuestra mente y aprender a disfrutar de todo lo que nos sucede en cada momento.
Hoy os presento mi libro » Cómo ser feliz el resto de tu vida» (pase lo que pase) ¡Espero que os guste amigos!
¡¡FELIZ VIDA!!